El tema de la limpieza de oficina es muy amplio, pues cada empresa tiene sus propios requerimientos, necesidades y circunstancias. Por lo tanto, no existe una norma específica aplicable a todos los casos. Aún así, existen algunos aspectos que pueden servirnos de guía para determinar cuántas veces en la semana es habitual que se efectúe la limpieza de la oficina.
Zonas que requieren un programa de limpieza frecuente.
Algunas zonas de las oficinas suelen ensuciarse con mayor frecuencia, haciendo necesario un programa de limpieza más profundo y constante. Un ejemplo de estos lo encontramos en las áreas destinadas para el descanso y el café. Comúnmente estas zonas tienen tránsito frecuente, pues la mayoría de los empleados las ocupan a diario. Como resultado, suelen ensuciarse más rápido y requieren un programa de limpieza más frecuente. Además, al tratarse de una zona donde se consumen algunos alimentos, es aún más recomendable que se mantenga en condiciones higiénicas.
Otra zona de las oficinas que requieren un programa de limpieza constante son los baños. Por las características propias de estas áreas, requieren de personal altamente cualificado para mantener en buen estado dichas instalaciones. No es suficiente con que presenten una apariencia limpia. En realidad, lo mejor es mantenerlos desinfectados, libres de cualquier patógeno contaminante, bacterias y cualquier otro elemento que pueda constituir un peligro para la salud.
Por otro lado, es importante mantener presentable a un grado mayor las áreas destinadas para los altos ejecutivos y la administración de la empresa. Esto es vital porque la imagen de la empresa normalmente depende de estas áreas. De hecho, los posibles inversionistas y clientes comúnmente centran su atención en estos detalles, pues les dice mucho los ideales que rigen a la empresa. Por supuesto, si está descuidada la zona corporativa, que es el área en dónde se desenvuelven los ejecutivos y la administración, entonces ¿cómo estará el resto de la empresa? Evidentemente, estas zonas no pueden estar ni siquiera un poco sucias o descuidadas, puesto que tendría serías repercusiones en el desempeño general.
Otros aspectos a tomar en cuenta.
Un aspecto adicional que debe considerarse para determinar la frecuencia con la que se limpian las oficinas son las condiciones de trabajo. Por ejemplo, algunas oficinas requieren el constante movimiento de los ejecutivos, especialmente si tienen que atender constantemente a clientes. Evidentemente, al tratarse de áreas de tránsito constante de personas, el suelo está más propenso a ensuciarse con mayor rapidez. Por lo tanto, será necesario limpiarlo con mayor frecuencia.
También es importante considerar las condiciones climatológicas del área donde se ubica la oficina. Por supuesto, en una zona característicamente seca, con mucho viento, habrá mayores probabilidades que se introduzca el polvo al interior del inmueble. En caso que la zona sea característicamente húmeda, con una temporada larga de lluvias, entonces será más probable que se introduzca sociedad a través de las personas que ingresen al edificio. Esto muestra claramente que las condiciones climatológicas también influyen considerablemente para determinar cuántas veces en la semana debe limpiarse una oficina.
